Rabí Ioel Sirkes, conocido fundamentalmente por las iniciales de su principal obra literaria, el Bait Jadash –"Casa Nueva", Baj- fue considerado la mayor autoridad de su tiempo, siendo un sobresaliente líder espiritual y dueño de una gran sabiduría Talmúdica y Halájica.

Ya había servido como Rabí y guía espiritual en grandes comunidades judías, como Lobonia y Brisk, cuando fue elegido para encabezar y dirigir la comunidad de Cracovia. Allí pasó los años más fructíferos de su vida, dedicados a enseñar y guiar a la juventud judía en el camino de la Torá.

"El conocimiento secular -dice- desorienta al estudiante, y lo lleva al abandono o a la mala interpretación de nuestra herencia religiosa, mientras que la Cabalá lo afianza".
Eran épocas en que las corrientes reformadoras destruían las gigantescas estructuras del judaísmo religioso medieval, arrastrando tras de sí a los jóvenes que carecían de suficientes conocimientos.

El Baj trató de analizar nuevos aspectos, agregar y dilucidar, pero sin tomar nuevas decisiones. Por eso expresa que "sólo quiero cimentar y fortalecer el sólido edificio -Báit - construido por el Beit Iosef, sin tener intención alguna de cambiar nada de lo que Rabí Iosef Caro haya escrito".

Muchas de sus obras se han perdido, pero sus comentarios constituyen una invalorable contribución al conocimiento de la Guemará y el Talmud, así como al desarrollo de la Halajá.