Estimados lectores:

En nuestra porción semanal se cuenta sobre la relación entre Abraham y Lot, su sobrino. En un momento deciden separarse porque Lot y sus pastores eligen engordar a sus rebaños en campos ajenos y esto complicaba las cosas. Lot elige mudarse a una zona más fértil y productiva, pero lejos de los valores estrictos de su tío. Se separan en buenos términos, pero claramente cada uno elige otro camino de vida, Lot prioriza la abundancia material y Abraham prefiere seguir dedicándose a difundir el monoteísmo, dejando en segundo plano las ganancias económicas.

Pero al poco tiempo Lot es secuestrado por reyes que conquistan la zona en la que él vive y Abraham sin dudarlo va a enfrentarse contra cuatro reinos poderosos con el único interés de liberar a su sobrino, incluso cuando logra vencer y conquistar estos reinos se niega a tomar nada del botín, dejando claro que su único interés era salvar a su familiar. Luego de salvarlo cada uno vuelve a su hogar y sigue con su forma de vida elegida.

No puedo evitar pensar en la situación que vivimos en Israel estos días. Hay hermanos nuestros secuestrados, hace más de un año. Todo el país está pendiente del destino de estos 101 judíos prisioneros. A nadie le importa cuál es la ideología o la forma de vida de los secuestrados, son nuestra familia y debemos hacer todo lo posible para liberarlos.

Abraham luchó para liberar a Lot incluso antes de tener el pacto con Hashem, antes de que Di-s lo eligiera para un pacto eterno, hecho carne con el brit milá.

Esperamos y rezamos que los secuestrados obtengan su libertad cuanto antes y que pronto podamos terminar esta guerra y todas las guerras con la pronta llegada del Mashiaj.

¡Shabat Shalom!

Rabino Eli Levy