Estimados lectores:

Este jueves es 19 de Kislev, Rosh Hashaná del jasidut. En esta fecha, el primer Rebe de Jabad, Rabí Shneur Zalman de Liadi, fue liberado de la prisión. Había sido encarcelado por una falsa acusación de ayudar a los turcos en su guerra contra Rusia, cuando en realidad, el Rebe enviaba fondos de caridad a los judíos que vivían en Tierra Santa bajo el Imperio Otomano. Sin embargo, también enfrentaba una acusación espiritual: al llevar los conceptos tan elevados de la sabiduría oculta de la Torá a todo el mundo, el Alter Rebe rompió una barrera nunca antes traspasada. Finalmente, se autorizó la difusión de estos secretos, que habían sido guardados como un tesoro a lo largo de la historia, porque el pueblo judío se encontraba en agonía y esta enseñanza podía ser la medicina que los salvara.

Al salir de prisión, se disparó el crecimiento de la filosofía de Jabad, tal como la conocemos hoy. Lo más innovador de la filosofía de Jabad es que las cosas se resuelven aquí y ahora.

Las religiones en general, incluso dentro del judaísmo, siempre han mirado hacia el cielo, al más allá, al paraíso, a lo que viene después de los 120 años. El Alter Rebe declaró: "Toda la razón de la creación, de los mundos superiores, es hacer una morada para Dios en este mundo", fusionando lo espiritual con lo real, lo concreto.

En otra ocasión, dijo: "No me interesa el mundo venidero, no me interesa el Edén , solo me interesas tú". La conexión directa con Dios. Un religioso clásico piensa: "Me sacrifico en este mundo y hago algo que no me gusta para estar bien en otro". En Jabad, casi no se habla del otro mundo; incluso cuando hablamos de la Era Mesiánica, nos referimos a algo que ocurrirá en este plano terrenal, pero totalmente imbuido de divinidad.

En síntesis, la idea central del jasidut Jabad no es esperar para llegar al cielo, sino hacer las cosas del cielo aquí en la tierra.

¡Shabat Shalom!

Rabino Eli Levy