El 10 de Tevet (conocido como Asará B'Tevet) se observa como un día de ayuno, luto y arrepentimiento. Nos abstenemos de comer y beber desde el amanecer hasta el anochecer, y añadimos selijot (oraciones penitenciales) y otros complementos especiales a nuestras oraciones. El ayuno termina al anochecer, o en cuanto se ven tres estrellas medianas en el cielo. Consulte nuestro calendario para conocer las horas exactas.

¿Qué se conmemora?

Jerusalén rodeada

Durante años, Di-s había enviado a Sus profetas para advertir a Israel sobre la inminente destrucción de Jerusalén y del Templo Sagrado si no enmendaban sus caminos. Pero se burlaron de los santos hombres acusándolos de traer "falsas profecías de fatalidad" que desmoralizaban a la nación. Incluso llegaron a matar a uno de los profetas. Y finalmente empezó a ocurrir lo advertido por el profeta. El día 10 del mes judío de Tevet, en el año 3336 desde la Creación (425 a. e. c.), los ejércitos del emperador babilonio Nabucodonosor sitiaron Jerusalén.1

Siempre paciente, Di-s retrasó la destrucción para dar a los judíos otra oportunidad de arrepentirse. Envió repetidamente al profeta Jeremías para que amonestara a Su nación, pero ellos, tontamente, lo hicieron encarcelar. Así, 30 meses después, el 92 de Tamuz (o el 17,3 propiamente la fecha en que se abrirían las murallas cuando se destruyó el Segundo Templo) de 3338, se abrieron las murallas de la ciudad, y el 9 de Av de ese año se destruyó el Templo Sagrado y el pueblo judío fue exiliado.

Único entre los ayunos judíos, el 10 de Tevet se observa incluso cuando cae en viernes, aunque interfiera un poco con los preparativos del Shabat.

Se considera el comienzo de la cadena de acontecimientos que culminó con la destrucción del Templo y los subsiguientes exilios, algo de lo que nunca nos hemos recuperado del todo, ya que incluso cuando finalmente se construyó el Segundo Templo, éste nunca volvió a alcanzar todo su esplendor. El 10 de Tevet también conmemora dos trágicos acontecimientos que ocurrieron cerca de esa fecha, que se incorporaron a las selijot del 10 de Tevet.

8 de Tevet: Traducción de la Torá al griego

En un esfuerzo por traducir la Torá al griego (tras un intento fallido 61 años antes), el emperador egipcio-griego Ptolomeo reunió a 72 sabios de la Torá, los encerró en 72 habitaciones separadas y les ordenó que hicieran una traducción cada uno. El 8 de Tevet del año 3515 (246 a. e. c.), produjeron 72 traducciones idénticas. Esto fue milagroso, sobre todo porque hubo 13 lugares en los que los traductores se apartaron intencionadamente de la traducción literal.4

A pesar de los milagros, los rabinos consideraron este acontecimiento como uno de los días más oscuros de la historia judía, comparándolo con el día en que se hizo el becerro de oro.

Ahora bien, traducir la Torá no es algo malo. Después de todo, el propio Moisés había traducido la Torá a 70 idiomas.

Pero, a diferencia de aquel esfuerzo Divino, éste era un proyecto humano, iniciado por un gobernante mortal. Como tal, podía convertirse en un “becerro de oro”, un recipiente definido humanamente para la verdad Divina. En lugar de ajustarse fielmente a su contenido sagrado, los adornos de un idioma extraño podían permitir la distorsión del significado original de la Torá.

De hecho, la traducción griega impulsó la agenda de los judíos helenistas de introducir la cultura griega en la vida judía, transformando la sagrada Torá en un libro más de sabiduría en la gran biblioteca de Ptolomeo.

Lea: ¿Es Torá si no está escrita en hebreo?

9 de Tevet: Fallecimiento de Esdras el Escriba

Esdras el Escriba falleció el 9 de Tevet del año 3448 (313 a. e. c.), exactamente 1000 años después de la entrega de la Torá en el monte Sinaí.

Fue él quien dirigió el regreso del pueblo judío a la Tierra de Israel tras el exilio babilónico, supervisó la construcción del Segundo Templo y ayudó a poner fin a la oleada de matrimonios mixtos que afligía a los judíos en aquella época. Como jefe de la Gran Asamblea, canonizó los 24 libros de las Sagradas Escrituras (Tanaj) y legisló una serie de leyes y prácticas, incluida la formalización de la oración, garantizando la continuidad del auténtico judaísmo entre el pueblo judío hasta nuestros días.

Una mezcla de tristeza

Aunque el 8 y el 9 de Tevet se establecieron como días de ayuno separados, los rabinos los consolidaron en el ayuno del 10 de Tevet, un día mencionado en la Biblia por el profeta Ezequiel como día de luto, para que el mes no estuviera lleno de tristeza y luto. En consecuencia, en tiempos recientes, el 10 de Tevet se convirtió en el día para decir kadish por las víctimas de la Shoá (Holocausto), muchas de las cuales desconocemos el día de su martirio.

Una antigua costumbre judía, que fue revivida por el Rebe, Rabí Menajem Mendel Schneerson, es pronunciar palabras de inspiración que despierten el alma al arrepentimiento en días de ayuno como éste.

Cómo rezar este día

Hay una serie de cambios en la liturgia que deben tenerse en cuenta. Todos los números de página que aparecen a continuación corresponden al Sidur Comentado de Jabad.

En los servicios matutinos, durante la repetición de la Amidá por parte del jazán, debe añadirse Aneinu, en la página 48. La adición más significativa son las Selijot, una colección de versículos bíblicos y cantos rabínicos, que se añaden por la mañana durante el Tajanún posterior a la Amidá. Esto significa que cuando se llega al final de la página 55, se da un salto a la página 427, donde están las “Selijot para el 10 de Tevet”, después se dice el Avinu Malkeinu “largo”, en la página 454, y luego se reanuda en la parte superior de la página 60.

Durante los servicios de la mañana y de la tarde, leemos la Torá, de Éxodo 32:11-14 y 34:1-10, que están en la página 468. Por la tarde, la lectura (que se realiza antes de la Amidá) va seguida de una haftará de Isaías 55:6-56:8, que encontrará en la página 469.

Durante la amidá de la tarde, cada persona que todavía esté ayunando dice aneinu, en la página 108. Durante la repetición de la amidá de la tarde por parte del jazán, éste debe añadir Aneinu, en la página 105. El jazán también recita la Bendición sacerdotal, en la página 110. Como por la mañana, debe decir el Avinu Malkeinu "largo" (página 454) en lugar de la versión regular de la página 114.