-¿Quién era Moshé? ¿Por qué D-os eligió a este israelita desconocido refugiado en Midian para sacar a Su pueblo de Egipto y ser el conducto para la trasmisión de la sabiduría de D-os a este mundo? Se han dado muchas respuestas basadas en anécdotas contadas por varios midrashim con respecto a los logros de Moshé en sus años previos al liderazgo. Nosotros, sin embargo, intentaremos extraer una respuesta de la información que provee la Torá misma.
Después que la Torá describe el nacimiento de Moshé y su rescate del Nilo (incidentes en los que él no participó activa o conscientemente), se nos cuenta solo tres episodios sobre Moshé, todos compartiendo el mismo tema: 1) Moshé mata a un egipcio que está golpeando a un israelita. 2) Moshé intenta evitar la escalada de un enfrentamiento entre dos israelitas. 3) Moshé interviene físicamente luego de ver el hostigamiento injusto de las hijas de Itró por los pastores locales.
Aquí tenemos a una persona que no teme ponerse de pie por lo que es correcto. El no se metió en sus problemas cuando se enfrentó a una injusticia evidente. Y no solo le expresa su opinión a alguien interesado, sino que toma la acción correctiva, aun si esa acción es mal mirada o pueda provocar la venganza de otros.
¿No suena un poco como el rol protagónico de muchos personajes de incontables películas y novelas? Pero aquí es cuando la historia de Moshé se vuelve única: cuando D-os se acerca a Moshé, pidiéndole que saqué a la nación israelita de Egipto, Moshé se rehúsa. Moshé, humilde pero infructuosamente le pide a D-os que envíe a otra persona como mensajero, Aharón, el Mesías o CUALQUIERA... Esta parece una respuesta poco esperable. Considerando los antecedentes de Moshé, hubiéramos esperado que salte con entusiasmo a la oportunidad de convertirse en un héroe enviado a una misión para salvar a una nación oprimida de las manos de un tirano malvado.
Pero Moshé también era el hombre más humilde que alguna vez vivió. No había ningún rastro de ego en todas sus acciones heroicas y no tenía deseo de fama o gloria. Es verdad, cuando había una injusticia que requería atención inmediata era la primera persona en actuar; pero en este caso Moshé sintió que otros estaban igualmente calificados para la acción, y el por lo tanto no tenía interés en la misión.
Y esto es precisamente por lo que fue elegido. Aquel cuyos logros están motivados por el ego no es un verdadero líder. Su preocupación por escribir su propio capítulo en los anales de la historia empañará sus prioridades y no le permitirá darle la atención y respeto apropiados a su cargo. El verdadero líder posee una rara mezcla de osadía y humildad.
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