Pregunta:

Si ustedes realmente creen en Di-s, ¿por qué trabajan para vivir? ¡Seguramente Di-s proveerá!.

Respuesta:

Si me siento a esperar que caiga dinero del cielo eso no es fe, por el contrario es falta de fe.

Esa actitud significa que esencialmente estoy diciendo: "Si el dinero cae del cielo proviene de Di-s, pero si proviene de inversiones inteligentes o trabajo duro, Di-s no tuvo nada que ver en ello, fui yo solo". He limitado a Di-s relegando Sus poderes solo al plano sobrenatural. Estoy diciendo que cuando hago algo en forma natural Di-s no tuvo nada que ver en ello, fui yo solo.

El judaísmo dice todo lo contrario, un verdadero creyente es el que trabaja duro, pero reconoce que el éxito o el fracaso de sus empresas no depende de él, sino de Di-s. Nuestros esfuerzos son el recipiente, pero el que debe llenar el recipiente de bendiciones es Di-s.

Esta filosofía es, al mismo tiempo, liberadora y exigente, por un lado nos libera de preocuparnos por el resultado final – esta en las manos de Di-s. Pero pone la obligación sobre nosotros —debemos hacer el trabajo, así Di-s nos puede dar su bendición.

Esto es cierto no sólo para ganarse la vida, sino en todos los emprendimientos humanos. Tanto si estamos buscando pareja, si necesitamos encontrar la cura de una enfermedad o si nos ataca el enemigo, no esperamos un milagro de Di-s. Hacemos lo que debemos hacer, sabiendo todo el tiempo que el éxito de nuestras acciones viene de lo alto.

Finalmente, cuando nos esforzamos pero le damos el crédito a Di-s, hasta podemos lograr verdaderos "milagros".