La desesperanza es la forma más extrema de autoadoración, la percepción equívoca de que tienes la capacidad de interferir realmente en el orden de las cosas, de quitar el destino del universo del control de su Creador y sabotear Sus planes.
Ten presente que el mundo está en un estado de constante elevación, ascendiendo velozmente rumbo a su máxima plenitud en todo momento. Cada estremecimiento de una hoja, cada brisa sutil, cada ínfimo movimiento de toda partícula del Universo es un paso más en esa dirección. Aún los acontecimientos que aparentan empujar hacia abajo son en realidad parte del proceso de elevación, como el balanceo de un atleta que se prepara a saltar, como la contracción de un resorte antes de liberar su energía.
No hay nada que puedas hacer para detener esta dinámica, ni siquiera por un instante. Es verdad, debes ser responsable por tus acciones y es necesario trabajar, muy duro, para limpiar tu confusión. Pero una vez que haya pasado el humo, estarás exactamente donde debes estar:
Un paso más cerca.
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