Es el precepto con el cual se ordenó (solamente) a los Sacerdotes lavar sus manos y pies en toda oportunidad en que precisen ingresar al Atrio (del Templo) o se aproximen para el servicio. Este es el precepto de 'santificación de manos y pies'

Es lo que El, exaltado sea, dijo: Y de él lavarán Aharón y sus hijos sus manos y sus pies cuando vengan al 'Ohel Moed'.

Por la transgresión a este Precepto Positivo (el Sacerdote) es pasible de (la pena de) muerte a manos del Cielo. Es decir: el sacerdote que rindió servicio en el Santuario, si no lavó (sus) manos y pies, es pasible de (pena de) muerte a manos del Cielo. Y es lo que El, exaltado sea, dijo: Lavarán con agua y no morirán.

Las leyes de este precepto, íntegramente, han sido explicadas ya en el Capítulo Segundo (del Tratado Talmúdico) de Zebajím.