Es el precepto con el cual se ordenó a los sacerdotes vestir prendas determinadas, para gloria y esplendor, y (sólo) luego han de servir en el Santuario.

Es lo que El, exaltado sea, dijo: Y harás prendas sagradas para tu hermano Aharón, para gloria y esplendor; y a sus hijos acercarás y los vestirás con túnicas.

Estas son las vestimentas sacerdotales: ocho prendas para el Sumo Sacerdote y cuatro para el Sacerdote Común. Cada vez que el sacerdote cumple su servicio con menos o más prendas que las determinadas para el mismo — su servicio es inválido; en adición a ello, es pasible de (la pena de) muerte por Mano Celestial — me refiero al (sacerdote) carente de (alguna de las) prendas, que rindió servicio. Y así lo enumeraron a éste en la Guemará (—Talmud, Tratado) de Sanhedrín, entre los que son pasibles de (la pena de) muerte por Mano Celestial.

Al respecto no sobrevino versículo, sino que en el versículo fue dicho: Y los ceñirás con un cinto... y será para ellos sacerdocio — sobre lo que se explicó: "Mientras sus prendas están sobre ellos, su sacerdocio está sobre ellos; si sus prendas no están sobre ellos, su sacerdocio no está sobre ellos, y son considerados como ajenos (al mismo)". Y se explicará más adelante que un ajeno (al sacerdocio) que hizo servicio — es (castigado) con muerte.

Dijeron en el Sifrá: "Y colocó sobre él el pectoral — esta Sección enseñó para su momento y enseñó para las generaciones (siguientes); enseñó para el servicio diario y para el servicio de Iom Kipur. Cada día hace el servicio con las prendas de oro, y en Iom Kipur hace el servicio con prendas blancas".

Ya se explicó en las palabras del Sifrá que el vestir estas prendas constituye un Precepto Positivo, y es lo que ellos dijeron: "¿Y de dónde (sabemos) que Aharón no viste las prendas para gloria propia sino como quien cumple un decreto del Rey? Para enseñárnoslo fue dicho: E hizo tal cual ordenó Di-s a Moisés". Es decir, que con estas vestimentas —a pesar de ser de la más absoluta belleza pues son de oro, piedras de ónix, jaspe, y otras de las piedras preciosas— que no pretenda embellecerse con ellas, sino solamente el cumplimiento del precepto que ordenó Di-s a Moisés y (éste) es que siempre vista estas prendas en el Santuario.

Las leyes de este precepto han sido explicadas ya, todas, en el Capítulo Segundo (del Tratado Talmúdico) de Zebajím y en algunos lugares (de los Tratados Talmúdicos) de Kipurím y Sucá.