Es el precepto con el cual se nos ordenó que todo el que transgrede determinados pecados, que ofrende un sacrificio Ashám y le será expiado — y éste es el Ashám Vadái.

Las transgresiones por las cuales se debe traer este sacrificio, son: 1) Meilá, 2) hurto, 3) relación íntima con una Shifjá Jarufá, y 4) mentira en el juramento por un depósito (que él, juramento mediante, niega).

Todo el que incurre en Meilá sin premeditación —y ello es cuando usufructúa de lo sacro, sean Santidades de la Administración del Templo o Santidades del Altar, (en medida equivalente a) el valor de una perutá — o quien hurta a su semejante en valor de una perutá o más y jura, o quien tuvo aproximación carnal con una shifjá jarufá —sea sin querer o premeditadamente—, o quien niega un depósito —sea sin querer o premeditadamente- éste, pues, debe ofrendar un sacrificio por su pecado, y éste no es un sacrificio Jatat sino un sacrificio Ashám; y este Sacrificio se denomina Ashám Vadái.

Con respecto a Meilá dijo El, exaltado sea: Y pecó sin querer con las santidades del Señor, traerá su 'Ashám' para el Señor, un carnero indemne.

Y dijo (respecto del depósito negado): Y mintió a su prójimo acerca de un depósito.., y juró en falso... su 'Ashám' traerá al Señor, un carnero indemne.

Y dijo (respecto de shifjá jarufá): Y cuando un hombre yaciere con una mujer para darle simiente, y ella es esclava semicasada a un hombre... y traerá su 'Ashám 'al Señor…

Las leyes de estos preceptos han sido explicadas ya en el Tratado (Talmúdico) de Keritot.