Es el precepto con el cual se nos ordenó que toda parturienta ofrende un sacrificio, y éste es: un cordero de un año como Olá y una paloma o tórtola como Jatat. Si es pobre, ofrenda dos tórtolas o dos palomas, una como Olá y una como Jatat.

También ella es de las faltas de expiación hasta que ofrende, tal como El, exaltado sea, dijo: Y al completarse los días de su purificación, por un hijo o por una hija, traerá un cordero de un año...