Es el precepto con el cual se nos ordenó que (también) la Temurá sea sagrada.

Es lo que El, exaltado sea, dijo: Y será él —y su sustituto— sagrado.

En su explicación dijeron al comienzo del Tratado (Talmúdico) de Temurá que lo que El, exaltado sea, dijo: No ha de trocarlo es un Precepto Negativo adosado a un Precepto Positivo. Dijeron: "¡Pero si 'trocar' es un Precepto Negativo adosado a uno Positivo!" y allí se dijo una razón más para (explicar por) qué el que troca recibe (la pena de) Malkut, a pesar de que éste es un Precepto Negativo adosado a un Precepto Positivo: "No ha de venir un Precepto Positivo y arrancar dos Preceptos Negativos". Es decir: el Precepto Negativo del 'sustituto' fue repetido dos veces —no lo trocará y no lo sustituirá—y sobrevino un único Precepto Positivo —y será él —y su sustituto— sagrado—. Ha quedado explicado, pues, lo que quisimos.

Las leyes de este precepto —es decir, cómo ha de cumplirse y cómo no, cuál es su ley y de qué modo se ofrenda— han sido explicadas ya en el Tratado (Talmúdico) de Temurá.