Es el precepto con el cual se ordenó a los Sacerdotes comer lo que sobre de las (ofrendas) Minjá.

Es lo que El, exaltado sea, dijo: Y lo que reste de ella comerán Aharón y sus hijos, ázimo ha de comerse. En la expresión del Sifrá: "Azimo ha de comerse — es precepto. Similar a esto (lo que dijo): Como 'Iebamá se aproximará a ella — es precepto". Es decir: la ingestión de los remanentes de la Minjá es como la aproximación (carnal) con la Iebamá, que es Precepto Positivo y no únicamente cosa optativa.

Las leyes de este precepto han sido explicadas ya en su lugar, en el Tratado (Talmúdico) de Menajot.

La expresión de la Torá es que este precepto es específico a los hombres, y es lo que El, exaltado sea, dijo: Todo varón, de los hijos de Aharón, la comerá.