Es el precepto con el cual se nos ordenó la ley de los valores del hombre (Erjei Adám). Esta es: que quien dice: 'mi valor, sobre mí' o 'el valor de fulano sobre mí' — si es un varón, da tanto, y si es una mujer, da tanto; también de acuerdo a la edad, como estipuló el versículo, y según la situación (económica) del que expresa la valuación.

Es lo que El, exaltado sea, dijo: Cuando un hombre exprese una promesa según la valuación humana...

Las leyes de este precepto han sido explicadas ya en el Tratado (Talmúdico) de Arajín.