Es el precepto con el cual se ordenó a los jueces tratar con igualdad a los litigantes y permitir a cada uno de ellos decir sus palabras, tanto si se extiende como si abrevia.

Es lo que El dijo: Con equidad juzgarás a tu semejante.

En el Sifrí sobrevino la explicación: "Que no sea que uno hable cuanto precise y (a) uno le dice: 'abrevia tus palabras". Este es uno de los aspectos que esta ordenanza incluye.

Hay en ella más: que se ha ordenado a toda persona a juzgar un Din Torá si es experto en ello y los litigantes han comenzado a argumentar delante de él. Explícitamente dijeron: "Por ley de la Torá, uno juzga a su compañero, pues fue dicho: Con equidad juzgarás a tu semejante".

Y hay en ella más: que la persona debe juzgar a su compañero (en conductas generales) para mérito, y no debe interpretar sus acciones y palabras salvo para el bien y la bondad.

Las intenciones de esta ordenanza han sido explicadas ya en lugares dispersos en el Talmud.