Es el precepto con el cual se nos ordenó la ley del esclavo canaaneo, y consiste en que es esclavizado para siempre y no sale en libertad, salvo por shen vaáin. La misma ley (de liberación) se aplica al resto de los órganos principales que no vuelven, tal cual se nos legó en la Explicación Recibida.
Es lo que El, exaltado sea, dijo: Para siempre los haréis servir, y dijo: Y cuando un hombre golpee...
Dice la Guemará (—Talmud, Tratado de) Guitín: "Todo el que libera (voluntariamente) a su esclavo — transgrede un Precepto Positivo, pues está escrito: Para siempre los haréis servir". Y la expresión de la Torá es que se libera con shen vaáin.
Las leyes de este precepto han sido explicadas ya, íntegramente, en (el Tratado Talmúdico de) Kidushín y en (el Tratado Talmúdico de) Guitín.
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