Baruj Hashem
4to día de la semana de Parshat Emor...
Veamarta
Pesaj Shení 5740, Séptimo año, de un Shabat Para Hashem.
Brooklyn, NY

Shalom y bendición

Nos estamos acercando al día radiante y luminoso de Lag Baomer, "Hod shebeHod", día de la Hilulá (cesamiento) y alegría del tanaíta talmúdico Rabí Shimón Bar Iojai, sobre quién se expresó su maestro, Rabí Akiva, que "yo y tu Creador (exclusivamente) conocemos tu fuerza".



Es por ello apropiado meditar, aunque sea, sobre un aspecto de las fuerzas inmedibles de Rashbí, sobre un punto que tiene relación especial con todo judío, incluso con el judío más simple y ni hablar con uno que posee un alto nivel espiritual.



Como es sabido, Rashbí fue compelido a esconderse en una cueva durante doce años, y luego durante un año más, por su firmeza en mantener el judaísmo en la época de los decretos romanos contra lo judaico. Cuando finalmente, sale a la libertad, uno de sus primeros actos consiste en preguntar: "¿hay algo que deba ser arreglado?" De inmediato se entrega a llevar a cabo este arreglo, a pesar de que se trataba tan sólo de evitar la necesidad de dar un rodeo por un camino más largo. Tratándose de una situación que generaba molestia a judíos, el tema lo afecta al punto de invertir dedicación y tiempo para solucionar la cosa con hechos concretos.



Un hombre que permaneció en una cueva durante trece años, sumergido en la arena, finalmente sale a la libertad, padeciendo intensos sufrimientos corporales, ¿con qué inicia su nueva vida? ¡Comienza averiguando él de inmediato qué hay para reparar! Y él mismo- puesto que lo principal es la acción- es quien se entrega al tema hasta lograr su ejecución concreta.



Se sobreentiende que es imposible asemejarse a Rashbí y sus similares, pero siendo que este relato es parte de la Torá, de la Torá Oral, y el término Torá deriva de Horaá- instrucción- es seguro que cada judío está en condiciones de cumplir con esta instrucción, actuar en este espíritu y en esta dirección con éxito, especialmente una vez que Rashbí mostró el camino y lo allanó para que todos circulen por él.



Si hacer un favor a otro judío en el terreno de lo material, e incluso tratándose tan sólo de ahorrarle camino demás, tiene tanto valor- ¿cuánto más cuando mostrársele al judío el camino, y evitarle deambular innecesariamente en lo espiritual, en el "encomendar a sus hijos y a su casa que le seguirá, y guardarán el camino de Di-s de hacer caridad y justicia", para transitar por el camino del Altísimo y educar a los niños en el mismo, a través de difundir el judaísmo, la Torá y sus preceptos, incluyendo las enseñanzas de Rashbí en su libro Zohar, la dimensión interior de la Torá?. Y en especial siendo que este tiene una relación especial con nuestra generación, la generación de "los talones del Mashíaj" (IKVETA DEMESHIJA), puesto que "con este libro del Zohar saldrán los judíos del exilio diaspórico con piedad".



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Y aquí arribamos a un segundo concepto vinculado con el Rashbí-con el tema con el cual abre Rashbí "su obra, el libro Zohar":


De inmediato en el principio del prólogo al libro del Zohar está escrito: "Bereshit, en el principio. Rabí Shimón abrió (sus enseñanzas): "Los pimpollos se vieron en la tierra... ¿quién sostiene al mundo? La voz de los pequeñuelos que se esfuerzan en la Torá, y por estos niños el mundo se salva"


En una fiel y verdadera educación de Torá, de los niños de Israel, se conjugan los dos conceptos mencionados arriba.



Y todo aquel que hace en mayor medida, más elogiado será- hasta que todo niño judío reciba esta educación y "guarde el camino del Altísimo" en la medida más plena. "De generación en generación, hemos de relatar Tu alabanza"- a la totalidad de la generación de hijos y a toda la generación de los hijos de los hijos "hemos de relatar" (por medio de las palabras y la educación apropiada) las alabanzas de Hashem.



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Que sea la Voluntad Divina que se haga todo lo antedicho –en el seno de la difusión de toda la Torá y sus preceptos- y con alegría, con mucha alegría. Y que el mérito de Lag Baomer, día de la alegría de Rashbí, una alegría en la que quiso que todos los judíos participen, con toda seguridad que le valdrá a cada hombre y mujer judíos que activen en temas de Torá y Mitzvot en general, y en los conceptos expresados en manera especial. Y cuando se activa con alegría se logran objetivos más exitosos y el mérito del público ayuda.




Con respeto y bendición para gran éxito


Menajem Schneerson