He aprendido mucho de la situación económica actual, aunque mi historia es bastante diferente de lo que se puede esperar.
Yo trabajo para un no judío. Mi jefe y su familia sabían cuando me contrataron que no trabajaría en las fiestas religiosas y que había mencionado específicamente las más grandes Pesaj , Rosh Hashaná y Yom Kipur. Estuvimos de acuerdo en cambiar estos días por trabajo extra en otros momentos. Seis años más tarde, surgen los problemas con mis festividades.
Mi jefe apenas puede mantener su negocio a flote. No me ha pagado ni a mí, y ni a los otros dos empleados del negocio, por lo que ya han pasado cinco semanas del día de pago, sin embargo, todavía estamos aquí trabajando duro para él. Nosotros todavía tenemos nuestros trabajos y nuestra lealtad es ayudarlo a salvar su negocio. Usted podría pensar que nuestras propias dificultades financieras, de no poder pagar la renta y las deudas nos ha debilitado las fuerzas de seguir adelante con nuestro trabajo. Pero no... Hay que seguir trabajando y estamos dispuestos a hacerlo. Pero ahora ha surgido un problema que realmente ha roto mi corazón, y es algo a lo que no se le puede poner precio. Mi jefe y toda su familia han planeado unas vacaciones para el comienzo de abril y esperan que yo este aquí, en mi trabajo, para mantener la tienda abierta. Ellos decidieron irse de vacaciones justo en la fecha que siempre me tomo libre que es un día antes de Pesaj hasta a mediados de Jol Hamoed (días intermedios de la festividad.
Teniendo en cuenta que no puedo cambiar el calendario judío cabe señalar que todos los años me he tomado los mismos días para poder ayudar a mi familia o ayudar a preparar las comidas. Nunca he trabajado en el transcurso de estos días y no tengo la intención de hacerlo ahora. La madre de mi jefe no obstante, quiere que "lo piense bien " y mi jefe me dijo que no podía tomarme estos días. Jurídica y moralmente deberían estar agradecidos de que he trabajado durante esta crisis fiscal sin recibir ningún pago aun.
Perder el trabajo debido a cierres, quiebras, reducciones de personal es horrible pero mucho peor es perder el puesto de trabajo por la ignorancia, los prejuicios y la falta de reconocimiento a la lealtad, a causa de creencias religiosas. Estoy aprendiendo que en este mundo hay personas que creen que el poder del dinero les permite pasar al otro por encima creyendo que todo es de ellos. No quiero perder mi trabajo, pero con mucho gusto sacrificaría mi posición de administradora de la oficina si esto es necesario, ¡ya que soy judía!
Yo no seré la judía perfecta, pero el judaísmo es mi herencia, mi creencia y mi vida. Yo creo fervientemente en la intervención divina para ayudarme en caso que sea despedida por mis creencias. Algunas cosas son realmente más importantes que el dinero. Es una lastima que esto haya sido necesario para notarlo.
La moraleja de esta historia es que hay que agradecer por lo que tienes. Si puedes verte en el espejo y saber que no has comprometido tus ideales por algo o alguien que solamente te seguirá hundiendo, debes saber que aquí se salvo algo más grande que la perdida de un puesto de trabajo. Puestos de trabajo vienen y van, pero el verdadero valor de una persona es la fuerza dentro de sí mismo para superar todos los obstáculos a sus ideales y a su fe. Fuera de eso, todo lo demás se acomoda solo. Mi deseo para todos los que pueden haber perdido su empleo (s) es que encuentren algo mejor y que tengan una larga, feliz, sana y próspera vida.
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