Es la advertencia con la cual se nos previno de no hacer las formas del hombre con metales, piedras, maderas y similares, a pesar de que no fueran hechas para rendírseles culto —y ello a fin de alejarnos de hacer formas en general, para que de ellas no crean lo que considera el populacho, o sea, los idólatras, quienes creen que las formas tiene poder—.
Es lo que El, exaltado sea, dijo: No haréis conmigo dioses de plata y dioses de oro no haréis para vosotros. En la expresión del Mejilta —respecto de este Precepto Negativo ya modo de interpretación—: "dioses de plata y dioses de oro no haréis para vosotros — que no digas: 'haré, pues, como adorno, tal como otros hacen en los (demás) países. Para enseñarnos (que ello está prohibido) fue dicho: no haréis para vosotros.
Quien transgrede este Precepto Negativo es pasible (de la pena) de Malkut.
Las leyes de este -precepto —y cuál figura está permitida moldear y cuál está prohibida, y cómo ha de ser el modo de moldeado y demás— han sido explicadas ya en el Capítulo Tercero (del Tratado Talmúdico) de Avodá Zará.
Y se explicó ya en el Capítulo Tercero (del Tratado Talmúdico) de Sanhedrín que este Precepto Negativo—vale decir: no haréis conmigo dioses de plata— incluye también otros conceptos fuera del tema de estos preceptos, mas la textualidad del versículo habla de lo que hemos mencionado, como ha sido explicado en el Mejilta.
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