Es la advertencia con la cual se nos previno la acción del ov.
Consiste en que (la persona) quema un incienso específico y realiza determinado actos, pareciéndole que oye hablar desde debajo de su axila, respondiéndole lo que ha de preguntarle.
Esta es una de las clases de culto idólatra y (su prohibición) es lo que El dijo: No acudáis a los 'ovot'. En la expresión del Sifrá: "Este es Pitón, el que habla por sus axilas".
Quien transgrede este Precepto Negativo —vale decir: hace estas acciones con su propia mano, y se dedica él mismo a ellas— adrede — es lapidado; y si no fue lapidado, éste, pues es (castigado) con Caret y si es (transgresor) sin premeditación — es pasible (de traer) un Jatat fijo.
Las leyes de este precepto has sido explicadas ya en el Capítulo Séptimo (del Tratado Talmúdico) de Sanhedrín.
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