Es la advertencia con la cual se nos previno la acción del Idoní.

También éste (como el anterior) es uno de los tipos de culto idólatra.

Consiste en que ha de tomar un hueso de un ave cuyo nombre es Idoá, lo pondrá en su boca, quemará incienso, dirá palabras y realizará actos hasta llegar a un estado similar al del que se desmaya, se apoderará de él el sopor y dirá (cosas del) futuro. Dijeron: "Idoní — coloca un hueso de Idoá en su boca, y éste habla por sí mismo".

El Precepto Negativo en este sentido sobrevino con esta expresión: No acudáis a los 'ovot' y a los 'idoním'.

No creas que éste es un Precepto Negativo Global dado que ya los individualizó El cuando mencionó el castigo y dijo: 'ov' o 'idoní', haciendo (al transgresor) pasible, por cada uno de ellos, de (las penas de) Sekilá, y Caret para el (transgresor) premeditado, y es lo que El, exaltado sea, dijo: Hombre o mujer, cuando hubiere en ellos 'ov' o 'idoní', morir serán muertas.

Dice el Sifrí: "Puesto que El dice: 'Hombre o mujer, cuando hubiere en ellos 'ov' o 'idoní' — hemos oído castigo (mas) advertencia no hemos oído. Para enseñárnosla fue dicho: No acudáis a los 'ovot' y a los 'idoním'.

También el que transgrede este Precepto Negativo sin querer es pasible de (traer) un Jatat fijo.

Las leyes de este precepto han sido explicadas ya en el Capítulo Séptimo (del Tratado Talmúdico) de Sanhedrín.