Es la advertencia con la cual se nos Previno de no instigar, o sea, llamar a uno de (los integrantes del pueblo de) Israel a rendir culto idólatra,
Esto es lo que se denomina: mesit, como hemos explicado antes.
El Precepto Negativo a este respecto es lo que El, exaltado sea, dijo acerca del instigador: y no harán más como esta mala cosa, en tu medio.
Quien transgrede esto —y éste es el que seduce a una persona de Israel— es pasible de (la pena de) Sekilá, tal cual dijo el versículo: pues matar, has de matarlo. Y la persona a la que el instigador quiso seducir, ésta es la que corresponde que lo mate, tal cual El, exaltado sea, explicó y dijo: Tu mano será la primera para darle muerte. En expresión del Sifrí: "Está en manos del instigado el precepto de matarlo".
Las leyes de este precepto han sido explicadas ya en el Capítulo Séptimo (del Tratado Talmúdico) de Sanhedrín.
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