Es la advertencia con la cual se previno al instigado de no aliviar su rencor hacia el instigador, sino que inexorablemente debe guardarle rencor. Y cuando no le guarda rencor — transgrede un Precepto Negativo.

Es lo que El dijo: ni le oigas. Sobrevino (a ello) la explicación: "Puesto que fue dicho: ayudar, ayudarás con él, podría (yo pensar) que ayudas tú a éste. Para enseñarnos (que no es así) fue dicho: ni le oigas".