Es la advertencia con la cual se nos previno de no utilizar ni tener provecho de cosa alguna de los bienes de una 'Ciudad Apóstata'.

Es lo que El, exaltado sea, dijo: nada se pegará a tu mano de lo prohibido.

Quien toma de ella lo que sea — es pasible de (la pena de) Malkut.

Las leyes de este precepto han sido explicadas ya en el Capítulo Décimo (del Tratado Talmúdico) de Sanhedrín.