Es la advertencia con la cual también se nos previno de no marchar por las sendas de los herejes en el hecho de que las mujeres visten prendas de hombres y se adornan con sus ornamentos.
Es lo que El, exaltado sea, dijo: No habrá herramienta de hombre sobre mujer.
Toda mujer que se engalana con adorno (alguno) de los adornos masculinos, que en ese lugar es conocido que ese adorno es propio de los hombres —recibe (la pena de) Malkut.
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