Es la advertencia con la cual se nos previno de no dejar con vida a persona (alguna) de los Siete Pueblos, a fin de que no corrompan a la gente y la hagan errar con el culto idólatra.

Es lo que El, exaltado sea dijo: No dejes viva persona alguna.

El matarlos será un Precepto Positivo, como hemos explicado en el Precepto (Positivo) 187.

Quien transgrede y no mata de ellos — al que le es posible matar — éste transgredió un Precepto Negativo.