Es la advertencia con la cual se nos previno de no alejar a la simiente de Eisav —Esaú— luego de su conversión (al judaísmo). Vale decir: se nos ha advertido que no nos alejemos de ellos negándonos a casarnos con ellos luego de que se han convertido (al judaísmo).

Es lo que El, exaltado sea, dijo: No aborrezcas al edomita, pues él es tu hermano.