Es la advertencia con la cual se nos previno de no invocar la paz con Amón y Moav, jamás. Esto es: que Di-s nos ordenó que al sitiar nosotros las ciudades, enviemos (mensaje) a sus hombres, antes de la batalla, que se rindan, y pediremos de ellos que hagan la paz con nosotros; si han de entregarnos la ciudad, nos está prohibido luchar con ellos y matarlos, como hemos explicado en el Precepto 190 de los Preceptos Positivos— a excepción de Amón y Moav, con quienes no se cumple esta conducta. En cambio, nos advirtió Di-s de no anticiparnos a ellos con paz ni pedirles que se rindan.
Es lo que El, exaltado sea, dijo: No requieras su paz ni su bienestar.
Dice el Sifrí: "Puesto que fue dicho: Cuando te acerques a una ciudad para luchar con ella, invocarás sobre ella la paz, podría (yo pensar que) incluso aquí (en el caso de guerra con Amón y Moav) también (es así) — para enseñarnos (que estos quedan excluidos) fue dicho (respecto de Amón y Moav): no requieras su paz ni su bienestar. Y puesto que fue dicho (respecto del esclavo que huye de su amo hacia Israel): (contigo morará) según su preferencia (no lo aflijáis), podría (yo pensar que) incluso aquí (en el caso de un esclavo amonita y moabita) también (es así) — para enseñarme (que estos quedan excluidos) fue dicho: (no procures su paz) ni su bienestar, en todos tus días, nunca".
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