Es la advertencia con la cual se previno al (kohén) que tiene un defecto pasajero de rendir servicio (en el Santuario) todo el tiempo que tenga el defecto.

Es lo que El, exaltado sea, dijo: Todo hombre que tenga defecto, no se acercará.

En la expresión del Sifrá: "(De lo que está escrito:) que tenga defecto — no tengo (indicio) sino de (que le está vedado el servicio a aquél) que tiene un defecto permanente. (Quien tiene) un defecto pasajero, ¿de dónde (sé que tampoco puede rendir servicio)? Para enseñárnoslo fue dicho: Todo hombre que tenga defecto, no se acercará.

También él, si transgredió y rindió servicio poseyendo defecto, recibe (la pena de) Malkut.

Las leyes de este precepto —los defectos pasajeros y los defectos permanentes del hombre— han sido explicadas ya en el Capítulo Séptimo (del Tratado Talmúdico) de Bejorot.