Es la advertencia con la cual se nos previno de no traer ofrenda alguna sobre el Altar de Oro que está en el heijál.
Es lo que El, exaltado sea, dijo: No haréis ascender sobre él incienso ajeno, holocausto y ofrenda, y libación no vertiréis sobre él.
Quienquiera ofrende en él o arroje sobre él algo fuera de lo que le es específico — recibe (la pena de) Malkut.
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