Es la advertencia con la cual se nos previno de no separar la cabeza del Jatat que se trae de un ave, en el momento de la meliká.
Es lo que El, exaltado sea, dijo: Y punzará su cabeza del lado de su nuca y no separará.
Si separó, invalidó (la ofrenda).
Las leyes de este precepto han sido explicadas ya en el Capítulo Sexto (del Tratado) de Zevajím.
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