Es la advertencia con la cual se nos previno de no esquilar la lana de las Santidades.

Es lo que El dijo: ...ni esquiles a primogénito de tu ganado. Y del primogénito aprendimos (esta prohibición) para el resto de las Santidades, que en todas está prohibido el trabajo y la esquila.

Las leyes de estos dos preceptos —es decir, esquila y trabajo— han sido explicadas ya en el Tratado de Bejorot.

También el que esquila algo de las Santidades recibe (la pena de) Malkut.