Es la advertencia con la cual se nos previno de no hornear los remanentes de las Ofrendas Minjá (de modo que se vuelvan) jametz.

Es lo que El, exaltado sea, dijo: No ha de ser horneada 'jametz'; como porción de ellos la he dado de Mis ofrendas ígneas — como si hubiera dicho que la porción de ellos (—los Sacerdotes), que son los 'remanentes de la Minjá, no ha de ser horneada jametz.

Quien la horneó jametz — es pasible de (la pena de) Malkut, como explicó la Mishná y dijo: "...y se es pasible (de pena) por su horneado".

Las leyes de este precepto han sido explicadas ya en el Capítulo Quinto (del Tratado Talmúdico) de Menajot.