Es la advertencia con la cual se nos previno de no comer de los (sacrificios) invalidados para el Altar; esto es: que tuvieran defecto que les hayamos causado intencionalmente —como se explicó en el Tratado (Talmúdico) de Bejorot— o que después de su faenado se hubiera invalidado aquel sacrificio con alguna de las formas de invalidación que impiden su ingesta.

Es lo que fue dicho: No comerás toda abominación.

En expresión del Sifrí: "No comerás toda abominación — de las Santidades invalidadas habla el versículo". Y allí dijeron: "Rabí Eliezer, hijo de Iaacov, dice: '¿De dónde (sabemos) que quien perfora o corta la oreja de un (animal) primogénito y come de él, transgrede un Precepto Negativo? Para enseñármelo fue dicho: No comerás toda abominación".

Quien comió (de éstas) — recibe (la pena de) Malkut.

Las leyes de este precepto han sido explicadas ya en el Tratado de Bejorot.