Es la advertencia con la cual se previno a los Sacerdotes de no ingresar al Santuario con vestimentas rasgadas.

Es lo que El dijo: Y vuestras ropas no destramaréis, y no moriréis. En expresión del Sifrá: "Vuestras ropas no destramaréis — no desgarren vuestras vestimentas". También este Precepto Negativo fue reiterado respecto del Sumo Sacerdote: Y sus ropas no destramará.

Sabe, que el Sumo Sacerdote, aun si no es momento de servicio, tiene prohibido desgarrar sus ropas por alguien que se le hubiera muerto, y en virtud de este (aspecto) adicional reiteró este Precepto Negativo.

En el Sifrá (se dijo): "Su cabeza no dejará suelta y sus ropas no destramará — por su muerto, al modo de como la gente deja crecer largo (su cabello) y desgarra (sus vestimentas) por sus muertos. ¿Cómo es esto? El Sumo Sacerdote destrama en la parte inferior de ellas y el (sacerdote) ordinario en la superior".

Quienquiera rindió servicio con sus vestimentas desgarradas — también éste es pasible de (la pena de) muerte, pues la ley del los de cabello desgreñado y los de vestimentas desgarradas es una. Pero el ingreso al Santuario en este estado es (transgresión a) un Precepto Negativo, y sólo el Sumo Sacerdote tiene prohibido para siempre dejar su cabello largo y desgarrar sus vestimentas, y ésta es la diferencia que hay entre él y el sacerdote ordinario en esto.