Es la advertencia con la cual se nos previno de no comer Jélev (grasas prohibidas1) de una animal puro.

Dijo El, exaltado sea: Todo 'jélev' de buey, cordero o chivo, no comeréis. También en éste fue repetido (en la Torá) el Precepto Negativo, y explícitamente impuso sobre él el castigo de Caret.

¿Cuándo fue dicho esto? Si fue adrede; si fue sin premeditación — es pasible de traer un (sacrificio) Jatat.

Las leyes de este precepto han sido explicadas ya en el Capítulo Séptimo (del Tratado Talmúdico) de Julín.