Es la advertencia con la cual se nos previno de no privar de la prenda de garantía a su dueño en el momento en que éste la precisa, sino que hemos de devolverle los enseres diurnos en el día y los enseres nocturnos en la noche, tal cual dijo la Mishná: "Devuelve la almohada a la noche y el arado en el día".
El Precepto Negativo que vino a estos efectos es lo que El, exaltado sea, dijo: No te acuestes con su prenda. En la expresión del Sifrí: "No te acuestes y su prenda está contigo". En cambio, le devuelve aquello que le es imprescindible a causa de su pobreza, tal cual explicó y dijo: Pues ella es su única vestimenta, es su ropa para su piel.
Las leyes de este precepto han sido explicadas ya en el Capítulo Noveno (del Tratado Talmúdico) de Babá Metziá.
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