Es la advertencia con la cual se previno al juez de no torcer (premeditadamente) el juicio en contra de uno de los litigantes porque sabe que es un hombre perverso y pecador.

El, exaltado sea, advirtió respecto de castigarlo con la tergiversación del juicio, y es lo que El, exaltado sea, dijo: No tuerzas el juicio de tu pobre, en su litigio.

Dice el Mejilta: "(Si) un malvado y un (hombre) honesto están parados delante de ti para el juicio, que no digas: 'Dado que aquél es un (hombre) malvado, torceré el juicio en su contra' — para enseñarnos (que ello está prohibido) fue dicho: No tuerzas el juicio de tu pobre en su litigio; (con) 'pobre' (se pretende que pobre) es él en (el cumplimiento de) los preceptos. Es decir: a pesar de que él es pobre en mitzvot — no tuerzas su juicio.