Una de las conversaciones más difíciles que cualquier padre tiene es contarles a sus hijos acerca de su próximo divorcio. Lo sé de primera mano, porque hace muchos años pasé por la experiencia. Luché y entonces enfrenté las abrumadoras emociones. El profundamente doloroso temor. La continua ansiedad. La increíble culpa. Y el opresivo peso de la vergüenza.

Mi hijo, después de todo, era inocente. Un alma dulce, amable que amaba entrañablemente a su padre y a su madre. Ciertamente no se merecía esto.

Luché con la ansiedad durante semanas por anticipado. ¿Cuándo se lo diría? ¿Cómo se lo diría? ¿Debíamos decírselo juntos? Y lo mas atemorizante de todo, ¿Qué diríamos?

¿Cómo le explica a un niño que la vida que ha conocido, la comodidad que ha sentido en su ambiente familiar, está por interrumpirse —cambiar —para siempre?

¿Cómo le dice a un niño que nada de esto es por su culpa?

¿Cómo le asegura que la vida sigue adelante, que estará seguro, cuidado y amado, aun después del divorcio de sus padres?

Y lo mas intimidante, ¿cómo prepararlo para todo lo que surgirá en el futuro, cuando usted no está seguro de lo que vendrá?

Necesitaba un plan. Una estrategia. Una forma de transmitir todo lo que deseaba decirle al nivel de comprensión que el podría captar.

Afortunadamente encontré ese plan. . Elaboré el concepto de crear un libro de cuentos que relatara a mi hijo, con palabras y fotos, la historia de cómo su padre y yo nos encontramos, casamos e iniciamos una familia. Explicaba los problemas que encontramos que no pudimos solucionar, y la decisión que tomamos al final de divorciarnos.

Me concentré en cinco mensajes clave que es esencial que todo niño oiga, comprenda y absorba. Compartiendo y repitiendo esos cinco puntos a sus hijos en las semanas y meses que siguen a la conversación inicial, les posibilitarán soportar, aceptar y aun afrontar mejor los desafíos y cambios que pronto enfrentarán. Aquí están los cinco mensajes que debe decir a sus hijos:

1. No es tu culpa

Mamá y Papá han tenido problemas. No estamos de acuerdo en ciertos temas clave y eso crea conflictos. Aun cuando algunos de los temas son acerca de ti, no significa que seas culpable. Eres un niño inocente a quien los dos queremos y amamos. No es tu culpa que Mamá y Papá no estén de acuerdo acerca de tu hora de ir a dormir, como ayudarte en tus tareas o cuando debes jugar futbol. No estamos peleando por ti. Estamos en desacuerdo en temas que se refieren a ti y a nuestra familia. Pero de ninguna manera eres culpable.

2. Mamá y Papá siempre serán tus padres

No importa qué cambios ocurran en las semanas, meses y años venideros, una cosa es segura: Mamá y Papá siempre serán tus padres. Nadie más será nunca tu verdadera madre. Nadie más será nunca tu verdadero padre. Siempre te amaremos y estaremos ahí para ti, no importa donde vivamos o como cambien las cosas.

3. Es un cambio, no una culpa

Divorcio es una palabra atemorizadora, pero realmente significa que nuestra familia experimentará algunos cambios. Los cambios son parte de la vida, parte del crecimiento. Crecerás más grande, más alto, más fuerte y más inteligente cada año. Las estaciones cambian todos los años. Las modas en la ropa y el peinado cambian. Tú cambias de grado y de escuela a medida que creces. Cambio significa que las cosas de alguna manera serán diferentes. Eso no significa que las cosas serán malas. A veces lleva tiempo acostumbrarse a los cambios, como comenzar en un nuevo grado con una nueva maestra. Los cambios nos dan la oportunidad de hacer las cosas de una manera nueva y mejor.

El cambio en nuestra familia no tiene que ver con quien tiene razón y quien no, o quien es bueno y quien malo. Mamá y Papá trataron de la mejor manera posible de resolver nuestros problemas. La forma vieja no funcionó para nosotros y ahora trataremos de una forma nueva para nuestra familia en la que habrá más paz, calma y felicidad para todos nosotros. En lugar de preocuparnos por quién es culpable, pensemos acerca de cómo podemos ver los cambios futuros como una nueva aventura —un nuevo capítulo de nuestras vidas. ¿Quién sabe lo que habrá en el futuro?

4. Las cosas funcionarán bien

A menudo estamos asustados cuando comenzamos cosas nuevas y enfrentamos nuevos desafíos. Como la primera vez que aprendiste a montar tu bicicleta, el primer día de escuela o el primer día de campamento, tu primera visita al dentista. Las cosas siempre tienen una forma de funcionar, aunque temamos que no. El divorcio será de la misma manera. Las cosas serán nuevas y diferentes por un tiempo.

Tendremos nuevas maneras de hacer algunas cosas —algunas nuevas responsabilidades, algunas diferencias en nuestro programa. Pero la vida seguirá adelante. Nos acostumbraremos a las diferencias. Hasta preferiremos algunas de ellas. Y después de un tiempo, miraremos atrás y diremos, la vida es diferente de cómo era, pero todo está bien. Yo estoy bien, nuestra familia está bien y, lo más importante de todo, aun nos amamos uno al otro. Es mucho mejor que bien. ¡Es grandioso!

5. Mamá y Papá siempre te amarán

No importa lo que ocurra, no importa los cambios que sucedan, una cosa es cierta. Mamá y Papá siempre te amarán. Eso nunca cambiará. Sin tener en cuenta donde vivamos, lo que hagamos, cuanto crezcas. Puedes contar con eso. Y nunca lo olvides.

Esos mensajes clave son los fundamentos de los que dependerán sus hijos cuando se sientan atemorizados, tristes o inseguros. Repítanlos a menudo con sus propias palabras y en su propio estilo. Serán recompensados en incontables maneras cuando usted y sus hijos encuentren y venzan los desafíos de la vida después del divorcio.