Es la advertencia con la cual se nos previno de no asesinar uno al otro.
Es lo que El, exaltado sea, dijo: No asesinarás.
Quien transgrede este Precepto Negativo es matado con un golpe del lado del cuello. Dijo El, exaltado sea: De Mi altar lo tomarás, para morir.
Las leyes de este precepto han sido explicadas ya en el Capítulo Noveno (del Tratado Talmúdico) de Sanhedrín y en el Capítulo Segundo (del Tratado Talmúdico) de Makot.
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