Es la advertencia con la cual se nos previno de no tener aproximación carnal con un animal, sea macho o hembra.
Es lo que El dijo: Y en todo animal no pongas tu simiente.
Quien transgrede esto premeditadamente — es pasible de (la pena de) Sekilá —lapidación—. Si no fue lapidado, es, pues, (castigado) con Caret. Si fue desconociendo que cometía una transgresión — ofrenda un (sacrificio) Jatat.
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