Como el último mes del año judío, Elul es tradicionalmente un tiempo de introspección y balance —un tiempo para repasar los actos de uno y el progreso espiritual del año anterior y de preparación para los próximos "Días de Temor" de Rosh HaShaná y Iom Kipur.
Como mes de "Misericordia Divina y Perdón" Elul es el momento más oportuno para teshuvá ("retorno" a Di-s), plegaria, caridad y aumentar Ahavat Israel (amor al prójimo) en la búsqueda de automejoramiento y acercarse a Di-s. El maestro jasídico Rabí Schneur Zalman de Liadi compara al mes de Elul con un tiempo cuando "el rey está en el campo" y, a diferencia de cuando está en el palacio real, "cualquiera que lo desea tiene permitido encontrarse con él, y recibe todo con un semblante amable y muestra un rostro sonriente a todos".
Las siguientes son algunas de las costumbres y prácticas básicas del mes de Elul:
Cada día del mes de Elul (excepto en Shabat y el último día de Elul) hacemos sonar el shofar (cuerno de carnero) como un llamado al arrepentimiento.
Cuando escribimos una carta o nos encontramos con otro, nos bendecimos mutuamente incluyendo el saludo Ketiva vejatima tova —lo que es traducido aproximadamente como "Que seas inscripto y sellado para un buen año".
Se agrega a las plegarias diarias, por la mañana y por la tarde, el Capítulo 27 del Libro de Salmos.
El Baal Shem Tov instituyó la costumbre de recitar tres capítulos de Salmos adicionales cada día, desde el 1 de Elul hasta Iom Kipur (en Iom Kipur se recitan los 36 capítulos restantes, completando de esta forma todo el libro de Salmos).
Elul es un buen momento para revisar los tefilín y las mezuzot por un escriba acreditado para asegurarse que están en buenas condiciones y son adecuados para su uso.
Durante la última semana de Elul, en los días anteriores a Rosh HaShaná, se recitan las plegarias de Slijot, la primera noche a medianoche, y los días siguientes temprano por la mañana.
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