Pregunta:
Estoy muy preocupada acerca de ciertos aspectos de la era mesiánica o aquellos tiempos justo antes de ella. Estoy preocupada de que durante ese tiempo en que venga el Mashiaj, establezca un sistema fundamentalista judío. Se que se ha predicho que se requerirá obediencia de todos y la disciplina será dura para aquellos que no obedezcan. Lo último que quiero es una situación en la que tenga que usar algo como una burka judía o no pueda salir de mi casa. No veo a esa situación como una bella era mesiánica. La veo como una tortura.
Respuesta:
Aun no he visto ningún plan para una burka. Puedo preguntar, pero no me parece que esté en la agenda. Una mujer representa a la Shejiná —la Presencia Divina —y en los tiempos del Mashíaj la Shejiná se revelará en toda su gloria. ¿Entonces por qué las mujeres deberán ocultarse dentro de bolsas que caminan?
Usted se preocupa por la obediencia. Yo no era muy obediente en la escuela, por lo tanto yo también debería estar preocupado. Pero no lo estoy, pues el aspecto clave de una era mesiánica no es la obediencia, sino la sabiduría, como escribe Maimónides "La ocupación de todo el mundo será sólo conocer a Di-s. Todo Israel serán grandes sabios en esa época y la tierra se llenará del conocimiento de Di-s como las aguas cubren el fondo del océano". Así como el primer redentor, Moisés, fue un maestro, así también el Mashíaj será un maestro de sabiduría para toda la humanidad.
Donde no hay sabiduría, la gente debe ser obligada a comportarse apropiadamente —tanto con una zanahoria como con un palo. Pero cuando es claro y obvio para todos de que todo es verdaderamente Divinidad y todo tiene un propósito Divino, entonces la gente sabe inmediatamente qué hacer y qué no hacer.
Acá hay una analogía de algo bastante próximo a usted. Algo que usted está viendo ahora, sus dedos levemente extendidos sobre sus llaves, preparadas para ser golpeadas nuevamente a cada momento por el autor por su ligero tratamiento de las burkas. Pero espere y escúcheme un minuto: Usted usa una computadora. Hay diferentes sistemas operativos en diferentes computadoras. En un momento, para hacer algo en una PC, usted tiene que tipear una línea de MS DOS. Si usted se equivoca, se arriesga a un severo castigo —puede perder archivos, corromper su disco rígido o destruir todo el sistema operativo. Y eso es lo que ha ocurrido —muy a menudo. Si usted no leyó el manual —y lo siguió religiosamente —está perdida. Lo mismo ocurre con su procesador Word y cualquier otro programa que usa.
Sin embargo hay sistemas más agradables. Sistemas que fueron diseñados para ser "intuitivos". Esto quiere decir que fueron diseñados en base al principio de que el usuario debe dar un solo vistazo e intuitivamente saber qué hacer y qué no hacer. Siempre puede tomar una decisión equivocada, pero sería tonto hacerlo.
Eventualmente el más agradable "usuario gráfico de interfase" gana —y surge la productividad. En efecto, cuando el primer verdadero UGI para PC fue introducido en 1991 (Windows 3.0), cerca de un trillón de dólares había sido invertido en tecnología comercial con inconmensurables ganancias. Tras 1991, las ganancias explotaron. Windows es aun bastante raro (Yo soy Mac gente), pero ciertamente más agradable que aquellos viejos sistemas MS DOS.
Muy bien, yo estoy simplificando tremendamente la historia moderna para señalar algo. Quiero hacer una comparación entre nuestro mundo presente y uno de aquellos anti intuitivos usuarios de interfases en los que usted no puede dar un simple paso sin mirar en el manual, en nuestro caso, la Torá. Los tiempos mesiánicos, por el otro lado, son cuando el mundo lucirá un usuario de interfase completamente nuevo. Una mirada va a ser suficiente para saber que hoy es Shabat. Parecerá ridículo encender un fuego o cortar una manzana de un árbol. Los langostinos simplemente no se verán como alimento. Hablar mal de otra persona se sentirá como lo que realmente es —como clavar un cuchillo en su propia espalda.
Hoy corremos tras esas cosas que creemos que nos traen placer —y muy a menudo terminan en cambio dolorosamente. En los tiempos mesiánicos la gente tendrá placer de actos de bondad y belleza. Ese es el efecto de la sabiduría —abrir nuestros ojos y guiar nuestra naturaleza humana hacia aquellas cosas que son verdaderamente buenas y más satisfactorias. Y eso es lo que esperamos, que se convierta pronto en realidad, más pronto de lo que podemos imaginar.
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