Durante havdalah, nos fijamos en las uñas porque:

1. Para poder recitar la bendición de la vela, esta debe ser lo suficientemente brillante como para ser capaz de distinguir diferentes tipos de luz. Si somos capaces de distinguir entre las uñas y la piel, entonces, sabemos que la luz de la vela es apta para bendecir sobre ella.

2. Las uñas son Siman Braja (símbolo de bendición), ya que están en constante crecimiento. Por ello, comenzamos la semana mirando un Siman Braja.

3. El midrash dice que el fuego original emanó de las uñas de Adán.

4. Otro midrash dice que en el primer Motzaei Shabat (culminación de Shabat), cuando el mundo se volvió oscuro por primera vez, Adán dijo: "¡Ay de mí, porque por causa de mi pecado, el mundo se ha convertido en un lugar oscuro". Más tarde, Di-s le dio a Adán la sabiduría de frotar dos piedras de pedernal juntas y, cuando el fuego brotó, Adán hizo la bendición (Bore Meore Haesh) y se dio cuenta de que estaba completamente desnudo salvo por las uñas, que cubrían una pequeña porción de su piel.