Al terminar las bendiciones, tras que la pareja tomó del vaso, el novio rompe la misma con su pié derecho, como una remembranza adicional de la destrucción del Santo Templo.
Esto es para recordar a todos que aún en la cima de la alegría personal, uno debe sin embargo, recordar la destrucción, para poder pedir su reconstrucción y asimismo los novios toman el compromiso de construir un pequeño santuario en su hogar.
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