Estimados lectores:
En la lectura de esta semana leemos al principio el servicio de los sacerdotes en el templo en el día más sagrado del año, Iom Kipur y culminamos con la lectura de las relaciones sexuales prohibidas.
Esta misma porción es la que leemos en el templo el día de Iom Kipur por la tarde, todos ya estamos cansados de leer, el ayuno debilita nuestro cuerpo, vestidos de blanco como ángeles, sentimos elevarnos del plano físico.
Viene la Torá y nos dice: ¡Cuidado! Debemos estar atentos a la parte más débil y animal, no relajarnos porque el instinto más primitivo está acechando.
Una característica única que tiene la Torá es mostrarnos lo elevado y al mismo tiempo recordarnos que venimos a refinar las cosas más bajas.
Por eso si tienes un desafío, una prueba, una adicción y sientes “no sirvo para nada, soy un ser muy bajo, no puedo elevarme en santidad” debes saber que justamente es porque tienes mucha fuerza espiritual tienes el potencial de transformar ese desafío en una escalera para lograr el máximo de santidad.
¡Shabat Shalom!
Rabino Eli Levy