4y no lo trae a la Tienda de Comunión para ser ofrecido como sacrificio para Dios ante Su santuario, a esa persona se la considera un asesino. Esa persona ha cometido un acto de asesinato, y será cortada [espiritualmente] de entre su pueblo.
5Los israelitas tomarán así los sacrificios que estén ofreciendo en los campos, y los traerán a Dios, a la entrada de la Tienda de Comunión, [donde se dan] al sacerdote. Pueden entonces ser ofrecidos como sacrificios de paz a Dios.
6Entonces el sacerdote rociará la sangre sobre el altar de Dios en la entrada de la Tienda de Comunión, y quemará las partes selectas como fragancia apaciguadora para Dios.
7Entonces los israelitas dejarán de hacer sacrificios a los demonios que [continúen] tentándolos. Ésta será ley eterna para ellos por todas las generaciones.