El párrafo bíblico de Bejukotai se abre con el versículo "Si en Mis Estatutos habéis de caminar", y a continuación se promete la recompensa por ello. Parecería como que con esto el Altísimo condiciona la recepción de Sus bendiciones. Sin embargo, el Talmud, explica, que el término hebreo "im" traducido generalmente como "si..." debe ser interpretado aquí como un lenguaje de súplica. Es decir Di-s, no nos está poniendo una condición sino que nos hace un pedido del alma, el Altísimo nos ruega, por así decirlo, `por favor transiten por Mis decretos`.
Se sobreentiende, que un pedido como este por parte de Hashem, no es sólo un pedido, sino también una motivación y una transmisión de fuerza. D-s da las fuerzas y asegura a cada judío que logrará cumplir con él "en Mis Estatutos habéis de caminar". Esto está dirigido también a las personas más alejadas, como está escrito "para que no sea rechazado de El ningún rechazado"
Cual un Decreto
¿Qué es lo que nos pide Hashem que hagamos? - "en Mis Estatutos habéis de caminar". De acuerdo a algunos comentarios esto se refiere a cumplir los preceptos. Es sabido que hay tres tipos de preceptos: "leyes" (preceptos racionales -mishpatim"), "testimonios" (preceptos que no hubieran sido ideados por la lógica, pero una vez que la Torá ordenó cumplirlos es posible entenderlos). Como por ejemplo las festividades ("eidut") y "estatutos", leyes que superan toda lógica- "jukim" como ser la prohibición de mezclar lino y lana en la vestimenta, la vaca colocada y similar). Sin embargo en nuestro texto la Torá opta por referirse a todos los preceptos como "estatutos"- preceptos que no están basados en la razón lógica.
El motivo de ello es:
¡Hashem nos quiere mostrar aquí cómo cumplir los preceptos- cumplid los preceptos como si se cumplieran decretos! Es decir, también a los "Testimonios" y a las "leyes", a pesar de ser captados por la lógica, debemos cumplirlos aceptando el yugo Divino, como obediencia al mandato de la Voluntad Divina. Los debemos cumplir, no porque nuestra lógica lo indica, sino porque es "Di-s Quien ordenó". He instaurado un estatuto, he decretado un decreto".
Sin Límites
Un cumplimiento de los preceptos por obediencia puede parecer seco y carente de vida e inspiración interior. Pero la verdad es que justamente la aceptación del yugo de Di-s es la que genera el placer más profundo. No se trata de un yugo impuesto, aceptado por falta de opción, sino de una entrega absoluta al Altísimo al punto de que el único deseo es dar satisfacción al Creador, cual un fiel esclavo cuyo placer radica en generar placer a su amo.
Sólo a través de la entrega absoluta se logra el "habéis de caminar" - el verdadero avance y elevación espiritual (transitar de lo humano a lo Divino). Todo tiempo que el servicio a Di-s está basado y condicionado a la aceptación racional estará limitado por ella el hombre y estará impedido de irrumpir a las alturas verdaderas de las Divinidad. Es sólo a través de la aceptación absoluta del Yugo de Di-s que se logra una verdadera elevación que no posee limitaciones.
Lluvia de Arriba
¿Y cuál es la retribución que D-s promete por cumplir los preceptos de esta manera? Dice la Torá: "y daré vuestras lluvias en su tiempo". Tal como la lluvia es algo que llega desde arriba, así también lluvia en su sentido espiritual alude a la Torá, que es la Sabiduría Divina que viene desde Arriba (a diferencia de los preceptos, generados por la acción del hombre y la Plegaria, que es fruto de su esfuerzo). Hashem nos promete que a través del "en Mis estatutos habéis de caminar" nos haremos acreedores de la luz de la Torá, hasta llegar a esa gran luz (de la Torá) que ha de revelar Mashíaj Tzidkeinu.
Luego, el flujo Divino "desciende" incluso a la dimensión de lo terreno, hasta generar lluvias en su sentido literal, pero este caudal de abundancia material llega de manera tal que no perturba y distrae- Di-s libre- de servir al Altísimo, sino todo lo contrario, contribuye a servir a Hashem con tranquilidad y mente amplia.
(Likutei Sijot tomo 1, Pág. 281)
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