Con respecto a la Mitzvá de Mezuzá que es descripta en esta Parshá, nos cuenta la Guemará que Rabí Iehudá Hanasí le envió una mezuzá a un no judío, el rey de Persia, remarcando el poder de protección de la misma. Se entiende que un gentil no cumple la Mitzvá colocando una Mezuzá ya que la misma fue entregada sólo al Pueblo de Israel, y por ende no recibe ningún pago por realizarla. ¿Cómo, entonces, lo protegería?

La misma pregunta se presenta frente al hecho de que en la época de la Mishná las personas colocaban una mezuzá dentro de su bastón para que los acompañara y cuidara en su camino.

No Solo el Pago

Aquí debemos diferenciar entre el pago y la virtud de la Mitzvá. La retribución es algo agregado al precepto mismo, y que se recibe por haberlo cumplido correctamente. Por ejemplo, sobre la Mezuzá está escrito "para que se alarguen tus días y los días de tus hijos".

Pero además del premio, algunas Mitzvot poseen una virtud que es parte de la esencia misma de la Mitzvá. La de la Mezuzá es la protección. Nuestros Sabios nos explican que cuando fijamos una en la puerta de nuestra casa, Di-s cuida nuestro hogar. El Tosfot nos refiere que la Mezuzá es para cuidarnos. Es decir, esto es parte de su esencia.

De acuerdo a esta explicación comprendemos que cuando se trata de una Mezuzá ksherá, que ha sido escrita en nombre de la Mitzvá, posee pues en cierta medida la peculiaridad de protección. Por eso Rabí Iehudá Hanasí envió una Mezuzá al rey de Persia, y los ihudim colocaban una en sus bastones al salir de viaje.

En base a lo antedicho podemos decir que no sólo existe la virtud de amparo en la Mezuzá misma, sino también cuando hablamos sobre ella, o estudiamos sobre sus leyes. Así lo vemos en el Talmud, con respecto al rey Monbaz que 'recordaba' el concepto de la Mezuzá en los lugares donde no había obligación de colocarla, obteniendo así su amparo.

Protección Constante

Podemos entonces apreciar la gran importancia de colocar una Mezuzá en la puerta de cada hogar judío. El Pueblo de Israel necesita una protección especial siempre, ya que como mencionan las Santas Escrituras es: "como un corderito rodeado por setenta lobos".

Cada Mezuzá que se coloca aumenta el cuidado sobre todo Am Israel, ya que cada ihudí está unido a otro de manera intrínseca.

Más aún, el Zohar nombra sobre esta Mitzvá el versículo: "Di-s cuidará de ti en tu salida y a tu regreso desde ahora y por siempre", es decir que por mérito de la Mezuzá Hashem cuida a quienes habitan el hogar también cuando salen de él. Y no sólo ahora sino eternamente.

(Likutei Sijot, Tomo 19, Pag. 121)