Tzav significa “ordenar”.

Al comienzo de la parashá, Di-s le dice a Moisés que le dé órdenes a Aarón y a sus hijos respecto de cómo proceder con los korbanot (tema que empezamos a tratar en la parashá de la semana pasada, Vaikrá).

En el altar, tiene que haber un fuego encendido en forma constante; el Kohen tiene la responsabilidad de cerciorarse de que el fuego nunca se apague. Cada mañana, el Kohen debe limpiar las cenizas del altar.

El primer día que lleva a cabo su servicio, el Kohen trae una ofrenda de minjá (hecha de aceite y harina) y el Kohen Gadol (Sumo Sacerdote) la trae todos los días.

Los kohanim comen partes de ciertos korbanot, pero deben comerlas en el momento indicado y no pueden dejar sobras.

Aquí se repiten las leyes de los korbanot que se explicaron en Vaikrá, pero esta vez para decirle al Kohen qué es lo que debe hacer.

Ahora la Parashá nos cuenta de qué modo Moisés inició a Aarón y a sus hijos en su papel de kohanim, tal como Di-s le ordenó en la Parashat Tetzavé. Primero, Moisés le pone a Aarón sus ropas especiales y luego derrama un aceite de unción especial encima del altar y de Aarón. Posteriormente, viste a los hijos de Aarón con sus ropas especiales. Entonces, Aarón y sus hijos ofrendan un toro como sacrificio en el altar.

Más tarde, Aarón y sus hijos comen la carne del korbán y permanecen siete días en el Mishkán.